jueves, 9 de octubre de 2014

Hidratación: los secretos para lograr la mejor puesta a punto para la piel


opinión

Las mujeres argentinas adoran estar bronceadas. Sin embargo, en la actualidad, existe una mayor conciencia sobre los peligros de tomar sol en exceso. La relación entre radiación solar y fotoenvejecimiento cutáneo ya es una realidad que muchas mujeres tienen en cuenta a la hora de atender las necesidades y cuidados de su piel, algo que adquiere cada vez más y más relevancia. Por eso, el mercado cosmético está en constante crecimiento. Y el segmento de los autobronceantes no es la excepción, ya que la preferencia es poder lucir la piel bronceada por más tiempo, o incluso todo el año, y las camas solares dejan de ser una opción interesante si tenemos en cuenta que producen tanto o más daño que los rayos solares naturales.

Consultamos a la especialista Dra. Rita García Díaz, acerca de los cuidados de la piel y el uso de los mismos.

¿Los autobronceantes son todos iguales?

Los autobronceantes no son todos iguales. Están los que se denominan “Autobronceantes”, vinculados a las líneas de cuidado solar, que dan color en pocas horas, y los “Autobronceantes Progresivos”, ubicados en las categorías de cuidado corporal, que van dando color con el paso de los días. Lo que varía entre ambas categorías de productos es la concentración del componente DHA – dihidroxi acentona- de cada uno, siendo por supuesto mayor en aquellos autobronceantes de más rápida acción. Pero en este caso, esta situación no es recomendable porque la DHA en grandes cantidades reseca notablemente la piel. Y también impide una buena previsión y control de la tonalidad a obtener, con lo cual la probabilidad de un color indeseado o manchas en la piel aumenta exponencialmente. Los autobronceantes progresivos existentes hasta ahora minimizan esos riesgos y aportan humectación, pero lo cierto es que el color aparece tras 4 o 5 días y, en algunos casos, la humectación no resulta suficiente para contrarrestar la potencial sequedad derivada de la DHA.

¿Cómo hay que efectuar la hidratación para que sea más efectiva (por ejemplo: en qué momento/s del día, la preparación previa, componentes, etc)?

En primer lugar, realizar una humectación adecuada. Tanto el rostro como el cuerpo requieren su cuidado específico. La humectación FACIAL debe realizarse 2 veces por día, a la mañana y la noche. Un buen esquema es una exfoliación suave 2 veces por semana y limpieza con crema o emulsión el resto de los días. A continuación debe colocarse el hidratante. Por la mañana es esencial colocar nuevamente un producto hidratante, que en esta época del año puede contener también autobronceantes, para lograr el “color verano” o antioxidantes para prevención y tratamiento de los signos del envejecimiento cutáneo.

Los tratamientos reparadores a elegir dependen de la edad y el tipo de piel, pero la humectación es imprescindible en todos los casos. El ácido hialurónico es el humectante por naturaleza que se aconseja en todas las etapas, modificando sus vehículos (más o menos grasos) de acuerdo a las necesidades individuales. Este es un componente capaz de atrapar agua hasta 1000 veces su volumen y mantenerla en la piel por un tiempo variable, su tolerancia es excelente, no tiene efectos adversos y puede combinarse con otros principios activos sin conflicto.

En la piel del CUERPO la exfoliación es necesaria para facilitar la descamación normal que aparece después de las vacaciones. Es muy importante colocar el humectante corporal inmediatamente después de bañarse, cuando después del primer secado queda un mínimo residuo de agua en la piel. Un buen hidratante ayudará a capturarlo y retenerlo. El mejor ejemplo de “secuestrador de agua” en la piel es el ácido hialurónico.

Al tratamiento externo podemos ayudarlo y potenciarlo “desde adentro”. En primer lugar, consumiendo abundante agua. No sólo nuestra piel sino el organismo entero requieren un mínimo de 2 litros diarios de agua para mantener su equilibrio, eliminar desechos y toxinas. Y en segundo lugar, realizar una dieta adecuada. También recomiendo disfrutar de la vida al aire libre, ya que el sol ayuda a sintetizar vitaminas como la D y contribuye a mejorar el estado anímico, pero eso sí: siempre protegidos adecuadamente contra la radiación solar y con la piel debidamente hidratada.

El ácido hialurónico se recomienda mucho. ¿Por qué? ¿Qué es y cómo funciona?

El Acido Hialurónico (AH) es un componente natural de la piel que actúa como una esponja absorbiendo una cantidad de agua 1000 veces mayor que el tamaño de cada una de sus partículas. Se produce en la dermis y su función es mantener la piel tersa y turgente, actuando como “relleno” en la matriz celular. Entre sus funciones, ayuda a producir y mantener y producir la humectación, regula la reparación de la epidermis, contribuye a la resistencia mecánica y tensión, regula el movimiento y reproducción de las células y colabora en los mecanismos de defensa de la piel. El AH comienza a disminuir alrededor de los 20 años pero su carencia se hace visible a partir de los 30/40 años, con la pérdida de la elasticidad y la aparición de las primeras arrugas. Revirtiendo la disminución de AH propia del envejecimiento cutáneo se preserva la salud de la piel y se protegen los otros elementos de la matriz como el colágeno y la elastina.

El AH utilizado en cremas hidrata intensamente la piel. Es un producto natural y como sus moléculas son muy pequeñas penetra rápidamente en la epidermis dando hidratación inmediata. Al rehidratar las células de la epidermis, éstas recuperan su tamaño perdido y rellenan los espacios producidos por la deshidratación. Al mismo tiempo, colabora en la producción y mantenimiento del colágeno, tan necesario para mantener la tonicidad y elasticidad de la piel. Las células de la piel lo reconocen como propio y lo utilizan para mantenerse saludables, estimulando la formación de nuevo tejido, colágeno y elastina y así la piel adquiere un aspecto terso y turgente. De esta forma, el AH en crema ayuda en el mediano plazo a disminuir las líneas de expresión y arrugas finas y prevenir las nuevas a través de varios mecanismos, siempre que se utilice con la frecuencia y la concentración adecuadas.

¿Qué pasa si no se hidrata o la hidratación es deficiente o incorrecta? ¿Cómo nos damos cuenta?

La piel deshidratada se ve opaca, escamosa y manchada. Hay sensación de tirantez que puede llegar a la picazón o al dolor. La hidratación correcta tiene además otros trucos simples que tienen que ver con los hábitos cotidianos:

- Colocar la crema humectante dentro de los 3 minutos de finalizada la ducha o baño. - Baño diario corto: 5 a 10 minutos de inmersión o ducha hidratan la piel. De allí en más la piel comienza a perder agua. - Usar agua tibia: cuanto más caliente es el agua más remueve los aceites naturales que la piel produce. - Durante la ducha, cerrar la puerta del cuarto de baño para mantener la humedad ambiente. - Utilizar jabones para piel grasa o seca según el caso, siempre con suavidad ya que el roce intenso produce irritación y desecamiento. - No realizar exfoliaciones intensas cotidianamente.

Dra. Rita García Díaz, Médica especialista en Dermatología, MN 47860.