viernes, 2 de septiembre de 2011

Santilli y Olivera reinauguraron un lugar histórico en el Parque Avellaneda


política

Hubo un tiempo en que el Parque Avellaneda fue un campo, más precisamente de la familia Olivera. El casco de este establecimiento remite a los tiempos coloniales y portentosos de Buenos Aires, de hecho es el único conservado dentro de los límites de la Ciudad. Tuvo años de abandono y deterioro, pero tras una minuciosa restauración a cargo del Ministerio de Ambiente y Espacio Público , hoy la casona reabrió sus puertas recuperando su viejo esplendor.

“Este es un viejo anhelo y reclamo de los vecinos de Parque Avellaneda. Hicimos un trabajo de restauración que mantuvo su fisonomía arquitectónica. Estamos muy contentos porque ahora la van a poder disfrutar todos los que se acerquen al parque”, indicó Diego Santilli, Ministro de Ambiente y Espacio Público.

Santilli, además, invitó a Enrique Olivera, ex Jefe de Gobierno porteño y descendiente de los antiguos propietarios de la casona. El memorioso dirigente radical, realizó un par de reseñas históricas del lugar: “Cerca de 1840, al pie de la chacra acampó Juan Manuel de Rosas con sus tropas. Acá vivía mi tatarabuelo, Domingo Olivera, quien era unitario y había sido miembro del gobierno de Rivadavia. Con miedo por la fama de Rosas se acercó para ver si necesitaba algo y se la pasaron la tarde entera hablando en la casona. Tiempo después, Rosas escribió una misiva donde decía ‘el salvaje unitario de Olivera es una persona de mi amistad’”. También Olivera recordó que en esa casona se firmó el armisticio del sitio de Buenos Aires, en 1852. Un busto del general Hilario Lagos, líder de la contrarrevolución, a un costado del casco conmemora ese momento histórico nacional.

“Evidentemente este lugar respira historia. Conservarlo es una obligación y es un orgullo saber que en estas paredes, donde pasaron tantos hechos trascendentes para nuestro país, hoy es utilizado por todos los vecinos para realizar diversas actividades”, concluyó Santilli.