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Wines of Argentina, institución encargada de la promoción de la marca “vino argentino” en el mundo, anuncia que el total acumulado de uva recolectada en el país durante la cosecha 2016 fue de 1.744 millones de kilos, con los que se elaboraron 875 millones de litros de vino. Se molieron uvas con tan buena o incluso mejor sanidad que el año anterior.
Si bien este año la cosecha se redujo en un 27%, respecto del 2015, gracias al trabajo de los técnicos, se lograron características que denotan una mejora en la calidad: vinos más frescos, con menos graduación alcohólica, buena acidez, notables aromas varietales y excelente color.
La merma se debió a dos fenómenos: 'Cambio Climático' y 'Corriente de El Niño', que trajeron excesivas precipitaciones y temperaturas moderadas, provocando un retraso en la madurez de la cosecha y poca producción. “Lo que parecía un año perdido, se transformó en un año con uvas de excelente calidad. Gracias al gran compromiso de los técnicos tanto en viñedos como en bodegas, los efectos producidos por los cambios climáticos impactan cada vez en menor medida en la tipología de los vinos. Incluso, a veces afectan de manera positiva”, afirmó Mario Giordano, Gerente de Wines of Argentina.
En diferentes regiones del país, tales como el noroeste argentino, Mendoza y San Juan, se obtuvieron vinos blancos con buena acidez, muy buena expresión frutal y concentración alcohólica moderada. Los vinos tintos han logrado una agradable acidez, frescura y elegancia, y, sobre todo, sin gustos amargos ni notas de rusticidad. Se destacan el Malbec, Petit Verdot, Bonarda, Syrah y Tempranillo. Asimismo, los Cabernet Sauvignon resultaron con un tenor alcohólico moderado, haciendo que los vinos sean más fáciles de beber. Mientras que, en la región patagónica, el clima se mantuvo más seco que el año anterior, logrando vinos con una interesante intensidad cromática, con altos valores de frutas frescas destacándose los Pinot Noir, Malbec, Cabernet Sauvignon y Merlot.