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La "imagen peregrina" de la virgen partió a las 9:00 del santuario de San Cayetano de Liniers para acompañar a los jóvenes hasta Luján.
Cientos de miles de personas, en su mayoría jóvenes, participaron de la 51ª Peregrinación juvenil a Luján, una de las manifestaciones religiosas más importantes y un acto de renovación de fe a la patrona de los argentinos, que este año lleva por lema "Madre, danos amor para caminar con esperanza".
Los devotos de la Virgen de Luján recorren los 60 kilómetros desde el santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, hasta la basílica mariana en la ciudad de Luján.
La Misa Jubilar, estuvo presidida por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva y concelebrada por obispos de la región Buenos Aires.
La misa central de la peregrinación, en tanto, se realizó el domingo 5, a las 7:00 de la mañana, en la plaza Belgrano, frente al templo.
Apoyo a los peregrinos
El gobierno bonaerense dispuso un operativo integral para acompañar a los peregrinos, con la intervención de los ministerios de Transporte, Salud, Seguridad, Infraestructura, Desarrollo de la Comunidad y Ambiente. Habrá hospitales móviles, ambulancias, patrulleros, puestos de hidratación y alimentación, baños químicos, controles de tránsito, iluminación y servicios de reciclaje, además de escenarios para las misas.
Voluntarios de distintas áreas colaboran con la logística, la animación espiritual y la asistencia, en un clima de servicio que caracteriza cada edición de esta manifestación popular de fe.
Un camino con historia
La primera peregrinación juvenil tuvo lugar en 1975, cuando un grupo de jóvenes decidió caminar desde Liniers hasta la basílica de Luján.
Lo que comenzó como una marcha espontánea se transformó, con los años, en un verdadero patrimonio espiritual y cultural del pueblo argentino, capaz de convocar a generaciones enteras en un mismo gesto de fe, fraternidad y esperanza.
Actualmente, más de dos millones de personas participan anualmente, compartiendo cantos, oraciones y gestos solidarios que fortalecen la identidad mariana del país y expresan la devoción profunda a la Virgen de Luján, patrona de la Argentina.