opinión
Hace unos días recibí de mi nieta Fran una tarjeta Navideña, en la que me desea para estas Fiestas “paz y amor”. Entre todas las frases, quiero rescatar una que dice que “las fiestas tienen que ver con un estado mental…”.
¿Qué significa esto?
Las fiestas no son ni buenas ni malas en sí mismas, sino que va a depender de cómo cada uno las vive, de acuerdo a sus pensamientos y creencias con los que interpreta los hechos de la realidad. Esto a su vez, va a influir en el estado del ánimo y en los comportamientos. Por ejemplo, las personas que piensan “me acostaría el 23 y me levantaría el 2”, hablan de creencias irracionales que el sujeto ha aprendido en algún momento de su vida, y que van a generar emociones de malestar y comportamientos negativos.
Tenemos que tener en cuenta que durante el período festivo aumenta la sensibilidad, producto de las diferentes situaciones sucedidas en el transcurso del año como pérdidas de seres queridos; separaciones y divorcios; enfermedades graves, que van a influir en el estado del ánimo, provocando angustia y tristeza por dichos recuerdos e imágenes que se intensifican en estas fechas.
Si bien algunas situaciones son difíciles de transitar, los pensamientos con los que los sujetos interpretan la realidad, van a jugar un papel fundamental ya que dependiendo de cómo sean, van a generar un estado de alivio o aumento del malestar.
Por lo tanto, cuando los sujetos han vivido situaciones difíciles a nivel emocional y han logrado sobreponerse sin enfermarse - producto de pensamientos reflexivos y resolutivos - les permiten sortear con éxito los diferentes obstáculos de la vida. Esto va a permitir un mayor fortalecimiento y capacidad de resiliencia en la persona. Recordemos que la resiliencia es la capacidad que los individuos tienen de poder superar vivencias traumáticas sin enfermarse y a su vez, poder salir fortalecido de dicha situación.
SUGERENCIAS A TENER EN CUENTA EN ESTAS FIESTAS
Estar atentos a como pensamos, es decir, lo que nos decimos a nosotros mismos ya que va a influir en nuestro estado del ánimo.
Evitar renegar sobre las fiestas, porque predispone de forma negativa a una situación que igualmente vamos a tener que transitar.
Por una cuestión de conveniencia emocional, tratar de mantener una actitud positiva, focalizando la atención en lo bueno que tenemos.
Tener en cuenta que siempre existe algo positivo que nos ha sucedido durante el año, para poder valorar, esto no significa ser conformista, sino agradecidos.
Psicólogo Santiago Gómez
Director de Decidir Vivir Mejor y del Centro de Psicología Cognitiva
(Matrícula: 15.159)
