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Durante los últimos 14 años, Guantánamo ha sido una mancha grave en la historia de los derechos humanos y la reputación de Estados Unidos. Es vital que el plan para cerrar esa prisión no deje a nadie detenido indefinidamente ni sin un juicio, dijo hoy el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
Zeid Ra’ad Al Hussein acogió con beneplácito el plan del presidente Barack Obama para el cierre de Guantánamo y la transferencia de los detenidos a sitios estadounidenses seguros o a terceros países.
En un comunicado, Zeid recordó que ese penal ha servido a muchos gobiernos represivos como una justificación de sus acciones y confió en que no haya más obstáculos para su clausura.
“Todos los detenidos de Guantánamo deben ser transferidos a un centro regular de detención en Estados Unidos u otros países, donde se les garantice un debido proceso frente a un tribunal civil, acorde con los estándares internacionales”, apuntó.
El Alto Comisionado subrayó que cuando no haya evidencia suficiente para inculpar a un prisionero, se le debe liberar inmediatamente para que vuelva a su país o a una tercera nación cuando la suya implique algún riesgo.
Por su parte, el portavoz de la ONU en Nueva York, Stephan Dujarric, recordó que el organismo mundial siempre ha urgido a todas las instancias del gobierno estadounidense a cerrar el penal de Guantánamo con las provisiones adecuadas. ONU