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Ante la polémica surgida entre la Ciudad y la Nación en torno al destino final de los residuos sólidos urbanos y la emergente discusión sobre la quema de residuos, Greenpeace advirtió que la incineración no es una opción válida al colapso de los rellenos sanitarios y qué está prohibida en la ciudad de Buenos, Aires por la Ley 1854 de Basura Cero.
La organización ambientalista recordó que está reconocido internacionalmente que las plantas de incineración, presentadas como nuevas tecnologías o valorización energética, emiten sustancias tóxicas persistentes al ambiente y afectan la salud de la población; compiten con los programas de reciclaje y de reducción en la generación de desechos y producen gastos desproporcionados e injustificados a las ciudades o municipios “Deben evitarse las medidas livianas que han prometido y prometen recuperación y reciclado pero que en la práctica no garantizan cómo y de qué manera se ejecutarán estas etapas. Es imperioso que de una vez por todas se respalden las políticas de minimización, recuperación y reciclado con inversiones que permitan sostener un efectivo sistema integral de residuos” manifestó Consuelo Bilbao Coordinadora de la Unidad Política de Greenpeace.
La organización declaró que la falta de implementación de la Ley Basura Cero en la CABA, y la actual crisis de la basura, es consecuencia, entre otras cosas, de los niveles de inversión desproporcionados entre el sistema que realiza la recolección de los residuos húmedos, cuyo destino final es el relleno sanitario y el sistema de recuperación y reciclado. Mientras que la recolección de la basura que va a entierro recibió durante 2011 más de 1.500 millones de pesos (sin contar el canon de enterramiento), las políticas sustentables de recuperación y reciclado recibieron un poco más de 115 millones de pesos. Estas proporciones se mantienen en el presupuesto 2012 de la Ciudad de Buenos Aires. La crisis de los residuos es una problemática metropolitana que debe atenderse de manera conjunta entre la Nación, la Provincia y la ciudad de Buenos Aires. “No se puede apostar a soluciones ‘mágicas’ que lejos de resolver el actual colapso de los rellenos sanitarios de la CEAMSE, significarán en los hechos nuevos riesgos ambientales y sanitarios que serán visibles en el corto y largo plazo”, agregó Bilbao.
La organización ambientalista recordó que está reconocido internacionalmente que las plantas de incineración, presentadas como nuevas tecnologías o valorización energética, emiten sustancias tóxicas persistentes al ambiente y afectan la salud de la población; compiten con los programas de reciclaje y de reducción en la generación de desechos y producen gastos desproporcionados e injustificados a las ciudades o municipios “Deben evitarse las medidas livianas que han prometido y prometen recuperación y reciclado pero que en la práctica no garantizan cómo y de qué manera se ejecutarán estas etapas. Es imperioso que de una vez por todas se respalden las políticas de minimización, recuperación y reciclado con inversiones que permitan sostener un efectivo sistema integral de residuos” manifestó Consuelo Bilbao Coordinadora de la Unidad Política de Greenpeace.
La organización declaró que la falta de implementación de la Ley Basura Cero en la CABA, y la actual crisis de la basura, es consecuencia, entre otras cosas, de los niveles de inversión desproporcionados entre el sistema que realiza la recolección de los residuos húmedos, cuyo destino final es el relleno sanitario y el sistema de recuperación y reciclado. Mientras que la recolección de la basura que va a entierro recibió durante 2011 más de 1.500 millones de pesos (sin contar el canon de enterramiento), las políticas sustentables de recuperación y reciclado recibieron un poco más de 115 millones de pesos. Estas proporciones se mantienen en el presupuesto 2012 de la Ciudad de Buenos Aires. La crisis de los residuos es una problemática metropolitana que debe atenderse de manera conjunta entre la Nación, la Provincia y la ciudad de Buenos Aires. “No se puede apostar a soluciones ‘mágicas’ que lejos de resolver el actual colapso de los rellenos sanitarios de la CEAMSE, significarán en los hechos nuevos riesgos ambientales y sanitarios que serán visibles en el corto y largo plazo”, agregó Bilbao.
