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Las grandes compañías como Google y Microsoft apuestan fuertemente a esta tendencia ya que se trata de una tecnología muy poderosa a bajo costo.
El término realidad virtual no es nuevo, hace años que esta tecnología viene prometiendo cumplir con las más futuristas promesas, pero hasta la fecha lo único que conocimos fueron videojuegos.
No obstante muchos aseguran que este año será diferente. Finalmente las promesas empiezan a concretarse y materializarse en distintos productos comerciales impulsados por las grandes empresas que rigen el mercado tecnológico: Facebook y HTC lanzaron sus gafas de realidad virtual Oculus Rift y Live respectivamente. Microsoft presentó sus lentes de realidad aumentada HoloLens (son unos lentes que al hablar por teléfono permiten ver al otro representado en un holograma) y en el primer semestre de año conoceremos PlayStation VR un visor de realidad virtual producida por Sony.
La revolución virtual ya no es cosa del futuro, pero ¿a qué se debe este despliegue inminente? ¿Por qué este año será definitivamente el año de la RV?
Fernando Das Neves, PhD de la Universidad de Virginia Tech. y director del área de innovación y desarrollo de Snoop Consulting, considera dos factores claves para que una tecnología emergente se imponga: el social y económico. “El precio de la tecnología ha bajado mucho como para poder hacerla masiva. Estas cosas ya existían hace 10 años, pero la diferencia es que ahora la tecnología permite hacer estas cosas a escala comercial. Antes eran aplicaciones muy de nicho porque tenían que poder pagar eso que era muy caro”.
Para Das Neves el componente económico debe combinarse necesariamente con el factor social para que la Realidad Virtual funcione: “como el precio deja de ser el limitador, la tecnología va a ser un habilitador de ideas. Sin embargo hay cuestiones que son de orden sociológico no tecnológico . Para que algo se dé tiene que haber un cambio de expectativas en la sociedad, no de tecnología. A veces la tecnología se mueve más rápido que la sociedad y ahí falla”
Un ejemplo son las gafas de realidad aumentada desarrolladas por Google: Google Glass. En términos tecnológicos eran muy buenas pero recibió críticas por parte del público (se argumentó que eran un aparato incómodo, con una interfaz de voz muy poco práctica y una duración de batería muy reducida) que hicieron, en parte, que Google decidiera no sacar el proyecto final en 2015 cancelando por ahora su venta masiva al público.
Por su parte, Gustavo Guaragna CEO de Snoop Consulting y gurú tecnológico, opina que el auge de la realidad virtual va a llegar recién en 2017 pero que este año tendrá un gran desarrollo: “la realidad virtual va más allá de los jueguitos, las grandes compañías como Google y Microsoft apuestan fuertemente a esta tendencia ya que se trata de una tecnología muy poderosa a bajo costo. Hay un montón de oportunidades muy interesantes de negocio que tienen que ver con la visualización de información a bajo costo”.
Concebir la tecnología como una habilitadora deja las puertas abiertas para imaginar cualquier tipo de aplicación que pueda favorecer la vida de las personas.
“Una de las cosas que tiene de bueno que el software sea tan barato es que abre la puerta a hacer investigación con eso, a países o personas, investigadores comunes con lo cual se pueden hacer estudios que antes eran imposibles a ese nivel. Ahora el límite no es el precio sino la idea”, propone Das Neves.
La realidad virtual tiene gran potencial en aplicaciones que puedan mejorar la calidad de vida de las personas en diferentes factores. Uno de ellos es la salud, donde tiene utilidades realmente importantes. Las ventajas que ofrece la RV en la medicina se traducen en mejoras terapéuticas y mayor certeza al realizar diagnósticos.
Hacer prácticas en operaciones, es una de las más importantes. El simulador de operaciones permite que médicos y estudiantes de medicina desarrollen habilidades y destrezas técnicas como si se encontrasen en una situación real pero sin ningún tipo de riesgo si ocurre algún problema.
Es imposible predecir qué se le va a ocurrir a la gente cuando la tecnología deja de ser un obstáculo. Puede que falle violentamente como pasó con Google Glass o puede ser que nos cambie la vida. Y es positivo en su diagnóstico a futuro: “mucha gente va a fallar pero de ahí van a salir cosas que a nadie se le ocurrieron. Las herramientas están. El límite es nuestra imaginación” finaliza Guaragna.